RACLETTE
El raclette es un queso de origen suizo del cantón del Valais hecho a base de leche cruda de vaca y que normalmente se presenta en forma de gran rueda de unos 6 kg aproximadamente. Recientemente, se han creado variantes del raclette original: al vino blanco, ahumado, a la pimienta o a las hierbas.
Su período óptimo de degustación se extiende de noviembre a febrero, luego de una curación de tres a seis meses, aunque es excelente en cualquier época del año.
Los ingredientes tradicionales para la raclette son las papas asadas o cocidas, los embutidos variados, desde el salchichón, pasando por distintos tipos de jamón cocido, las carnes tiernas cortadas en tiras, pepinillos como acompañamiento y por supuesto, el queso raclette.
Apartándonos un poco de la tradición, podemos preparar pequeñas brochetas con carnes y verduras, introducir pescados como el rape o el salmón, o mariscos como los langostinos. Las verduras son buenas aliadas para la raclette: tomates, calabacines, espárragos o pimientos ofrecen un buen complemento a las carnes y embutidos. Y cómo no, fundiendo tanta delicia, el imprescindible queso raclette.
Si no fuera posible encontrar el raclette se puede sustituir por otros. Los mejores son el gruyere, el tilsit o el gouda o la combinación de los tres en diferentes tandas, todo depende de los gustos.
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